No se necesita tener un trastorno de la conducta alimentaria para vivir experimentando otros tipos de dificultades en el manejo de la alimentación.

Encontramos algunas de éstas, expresadas en las personas de cualquiera de las siguientes maneras:

- Personas que durante su vida presentan importantes oscilaciones en su peso y no logran tener un peso más estable dentro de un rango aceptable, realista y saludable

- Personas que pasan años, si no es que toda su vida, realizando todo tipo de dietas, intentando encontrar en ellas resultados duraderos

- Personas que son presa de consumir todo tipo de productos, substancias o métodos que les prometen bajar de peso en forma ágil, fácil y rápida, sin conocer los riesgos que pudieran tener en su salud a mediano plazo

- Personas que recurrentemente gastan una cantidad importante de dinero en métodos o sistemas de baja de peso que se ponen de moda y prometen resultados fáciles y rápidos

- Personas que rigidizan y esclavizan su alimentación a la ingesta de aquello que consideran “saludable”, perdiendo la capacidad para comer libremente en cualquier lugar

- Personas que se viven impotentes ante el estrés u otros estados emocionales como factores inevitables para subir o bajar de peso de manera riesgosa